miércoles, 10 de febrero de 2016

LIBRO: Frankenstein o el moderno prometeo (1818).

Hoy toca hablar del gran clásico, de la novela que inició la literatura gótica, la novela que creó a un mito, la novela que escribió Mary Shelley.
Hoy en día, la figura de Frankenstein es bien conocida. A cualquier persona que pilles por la calle le dices que te describa a Frankenstein, y un alto porcentaje te describirá a un hombre de piel verde, alto, con tornillos en la cabeza. Lo primero de todo, es que la criatura no tiene nombre, y mucho menos Frankenstein (aunque si que se pueden referir a ella con los nombres de Prometeo o incluso Adam). Frankenstein es el doctor, Victor, que lo trae a la vida.
 Lo segundo es que el Frankenstein que te describan, es la versión cinematográfica de Universal, que poco tiene que ver con la criatura original.
Vamos pues con la sinopsis.

ARGUMENTO 
La eterna pretensión humana de igualarse a Dios y las prácticas científicas de la época se unieron en la mente de Victor Frankenstein, induciéndole a llevar a cabo un experimento: crear un hombre vivo a partir de fragmentos de varios cadáveres.
El experimento es todo un éxito, pero debido al horror que le produce la criatura, Frankenstein la abandona, dejándola a su suerte. ¿Qué será de la criatura, en un mundo poblado de personas totalmente diferentes a él? Le pisotearán, o por el contrario se fijarán en su interior inteligente y bondadoso.

OPINIÓN
Es difícil encontrar algo nuevo que decir de esta novela que no se haya dicho ya. Por supuesto aconsejo leerla, a todo aquel que le interese un libro, que más que tratar de provocar terror en el lector, trata de hacerlo reflexionar (aunque eso no quiere decir que la novela no tenga toques góticos). Si, tenemos a una criatura compuesta por cadáveres, pero la novela nos habla de su integración en una sociedad que sólo se fija en las apariencias. Éste aspecto es sin duda, bajo mi punto de vista, lo mejor del libro; cómo un ser, recién llegado al mundo, lleno de bondad y compasión, se convierte en un asesino a sangre fría, en definitiva un monstruo. Lo que en la película de 1931 explicaban mediante la implantación del cerebro de un asesino, aquí es el desarrollo del personaje de la criatura, contado por él mismo.
Pero que nadie se confunda, el protagonista del libro, es el que le da nombre (osea, Víctor). Víctor también es un personaje, que la autora ha sabido construir muy bien. Sus motivaciones están muy bien expuestas, tanto, que me ha desmitificado la idea de Frankenstein como Él doctor loco. Es cierto que hay que tener "algo" para tener semejante idea de crear vida a partir de cadáveres, pero en todo momento podemos ver la ambición, y más tarde el horror, justificados en la mente de el buen doctor.
Otra cosa que la autora ha conseguido transmitir muy bien (por supuesto, siempre bajo mi punto de vista), es la angustia que siente el protagonista, cuando la criatura vuelve a por él. esa sensación de estar siempre en vigilancia, de que cualquier persona querida podría tener un "accidente", en definitiva, no estar nunca a salvo.
Hay cosas que me han sorprendido, como que en ningún momento se explique cómo vuelve a la vida la criatura. No señores, no se menciona ningún rayo cayendo sobre una mezcla de cadáveres, pero los lectores más espabilados habrán notado que quizá se deje caer un poco antes.
Es imposible no buscarle pegas a una novela tan bien estructurada como esta, aunque no sea tarea fácil. De hecho, sólo he encontrado un detalle, de menor importancia que me ha chirriado. La novela está narrada por el propio Frankenstein, a un marinero y explorador llamado Robert Walton. Éste a su vez, se encarga de transcribirla en su diario. El detalle es lógico, el señor Walton reescribe la historia de Frankenstein, con diálogos y todo, y no sólo eso, sino que en el momento en el que la criatura narra su historia a Frankenstein, aparece escrita en primera persona en el diario de Walton. Frankenstein debe tener muy buena memoria para recordar incluso los diálogos de su narración, que pudo comenzar 4 años antes, o para recordar la historia de la criatura lo suficientemente bien como para narrarla en primera persona. Por supuesto este es un detalle minúsculo, que no logra eclipsar a esta gran novela.

En definitiva, recomiendo a todo el mundo que lea esta novela, especialmente a aquellos que se piensen que la historia de Frankenstein y su criatura es algo ya muy contado y desgastado.

Vivimos en una época, donde las "adaptaciones" de esta novela son más que frecuentes. En 2014 tuvimos la floja Yo, Frankenstein, y el año pasado (aunque en España se estrene este 31 de marzo) la libre Victor Frankenstein. Lo más curioso, es que ninguna adaptación llega a transmitir el espíritu del libro. La que más lo logra podría ser "Frankenstein de Mary Shelley" (Kenneth Branagh, 1994), y eso que sigue pecando, al igual que las demás cintas, de intentar ser visualmente muy espectacular.
Hasta ahora el monstruo más cercano es el que podemos ver en la serie "Penny Dreadful" de Showtime (2014- presente, John logan), interpretado por Rory Kinnear. Si, hasta ahora, porque el próximo 23 de febrero, los yankis podrán disfrutar de una nueva versión, dirigida por Bernard Rose (Candyman), que pese a estar situada en el presente, y al tener importantes dosis de sangre, varios medios la han calificado como la más fiel hasta ahora, narrada totalmente bajo la perspectiva del monstruo.

Por último, y para despedirme,  comentar para los residentes de Madrid, que los próximos sabado 20 y jueves 25 se emitirá en la filmoteca de la capital "La maldición de Frankenstein" (Terence Fisher, 1957), de la que haremos una respectiva reseña.
Para los interesados en el cine gótico inglés, especialmente el de la Hammer, los días 23 y 28 se emitirá el Drácula de Christopher Lee (Terence Fisher, 1958) en el mismo sitio.
Nos vemos, o más bien, nos leemos.


9/10

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