“Temblad, muchachos, temblad...que
miedo vais a pasar”. ¿Quién no conoce la famosas serie de los
90 llamada Pesadillas? ¿Quién no recuerda verla tapado hasta la
nariz con las mantas hasta que al final del capítulo la explicación
nos hacía soltar una carcajada?
En la película de Pesadillas meten
al autor de los libros, Stine, como protagonista y a sus libros como
algo más que unas simples hojas escritas. En el momento en el que
se abre un libro, los personajes de este saltan de las hojas y pasan
a ser reales.
La película empieza presentándonos a
Zach, un chico que acaba de mudarse con su madre de ciudad porque a
ella la destinan como directora en otro instituto.
Como siempre, hay que conocer a los
vecinos. Y aquí Zach conoce a Hannah, una jovencita diferente que
vive con su padre: Stine.
Aquí entra en juego Jack Black. He de
decir que cuando vi el trailer me daba buena espina.Tenía la
esperanza de que albergase ese “toque de misterio”que tenía la
serie. Pero me equivocaba. Es cierto que es un papel más formal y
serio de lo habitual por parte de Jack Black. Pero la serie tiene un
toque que por momentos recuerda a Disney.
La historia es bastante sencilla, Zach
cree que Hannah es maltratada por Stine porque todas las noches ve
cosas a través de la ventana de la casa y decide avisar a la
policia. Este niega tener una hija, y la policía hace caso omiso a
las advertencias de Zach, por lo que junto a su único amigo del
instituto decide arriesgarse a entrar una noche en la casa para
adivinar lo que ocurre. Por un motivo, abre sin querer un libro y los
monstruos empiezan a aparecer. La casa es un caos y no les queda otro
remedio que huír mientras los cuatro tratan de pensar un remedio
para arreglar la catástrofe que está aterrorizando la ciudad.
Es divertida, pero carece de ese toque
especial de la serie que podría hacernos volver a nuestra infancia y
que la disfrutasemos también los adultos. El único momento en el
que de verdad podemos recurrir a la nostalgia es gracias al famoso
muñeco Slappy, que se dedica a hacerle la vida imposible a Stine
encabezando el “ejército de monstruos”.
Buena BSO por parte de Elfman y buena
fotografía que consiguen hacerte olvidar ese guión tan sencillo y
disfrutar realmente la película.
Es recomendable para ver en familia,
una Jumanji de menor calidad que sin duda entretendrá a los
más pequeños de la casa.
Como seguidora de la serie y lectora
de los libros no puedo evitar mostrar mi decepción, y le dejo un
5´5/10.
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